la reina del mal
Después de un suicidio, Julie asume el cargo de profesora de Matemática durante las últimas semanas de clase, pero comienza a preocuparse cuando su hija se hace amiga de la chica más mala de la escuela.
MÁS SABE EL DIABLO POR VIEJO QUE POR DIABLO. Y EL DICHO POPULAR NO PUEDE SER MÁS ACERTADO SI REPARAMOS EN LA SEÑORA PRESTY: ASTUTA, MAQUIAVÉLICA, SABIA, CONOCE LA FORMA DE MOVER LOS HILOS PARA QUE LAS COSAS SUCEDAN SEGÚN SUS DESEOS. SU AFÁN DE PROTEGER A SUS SERES QUERIDOS Y SU CORAZÓN EN CIERTO MODO GENEROSOS LA CONDUCEN, SIN EMBARGO, A CONVERTIRSE EN LA REINA DEL MAL: A CAUSA DE SUS MANEJOS, EL ENGAÑO SUSTITUYE A LA VERDAD Y LA VIRTUD QUEDA SOMETIDA A LA MENTIRA. CURIOSAMENTE, LOS VALORES QUE WILKIE COLLINS DEFIENDE EN ESTE MELODRAMA NO SE CORRESPONDEN CON LOS QUE AFLORAN EN EL RESTO DE SU OBRA, TAN SENSIBLE A LOS DERECHOS DE LA MISMA MUJER, ENTONES RECHAZADOS POR LA SOCIEDAD CLASISTA Y MACHISTA HASTA EL PAROXISMO. EN LA REINA DEL MAL. COLLINS ARREMETE CONTRA LA MODERNA INSTITUCIÓN DEL DIVORCIO, Y PARECE APOYAR EL SOMETIMIENTO DE UNA MUJER ULTRAJADA AUN MARIDO ADÚLTERO PERO, ESO SÍ, PROFUNDAMENTE ARREPENTIDO. LOS TIEMPOS, CLARO ESTÁ, HAN CAMBIANDO, Y EL LECTOR DE HOY DIFÍCILMENTE CONSIDERARÁ A LA SEÑORA PRESTY COMO UNA VERDADERA REINA DEL MAL. MÁS BIEN ENTENDERÁ SUS DECISIONES, AUNQUE ÉSTAS SEAN A VECES POCO EDIFICANTES.
- Fecha de lanzamiento: 01/07/2001
- Traductor: OSCAR MARISTANY TOLOS
- Plaza de edición: ES
- Año de edición: 2001
- ISBN: 9788495776020
- Encuadernación: Tapa blanda
- Idioma: CASTELLANO
- Editorial: INTERVENCION CULTURAL
- Nº de páginas: 460
Este libro ha sido escrito y pretenece a Wilkie Collins
Más sabe el diablo por viejo que por diablo. y el dicho popular no puede ser más acertado si reparamos en la señora Presty: astuta, maquiavélica, sabia, conoce la forma de mover los hilos para que las cosas sucedan según sus deseos. Su afán de proteger a sus seres queridos y su corazón en cierto modo generosos la conducen, sin embargo, a convertirse en la reina del mal: a causa de sus manejos, el engaño sustituye a la verdad y la virtud queda sometida a la mentira. Curiosamente, los valores que Wilkie Collins defiende en este melodrama no se corresponden con los que afloran en el resto de su obra, tan sensible a los derechos de la misma mujer, entones rechazados por la sociedad clasista y machista hasta el paroxismo. En la reina del mal, Collins arremete contra la moderna institución del divorcio, y parece apoyar el sometimiento de una mujer ultrajada aun marido adúltero pero, eso sí, profundamente arrepentido. Los tiempos, claro está, han cambiando, y el lector de hoy difícilmente considerará a la señora Presty como una verdadera reina del mal. más bien entenderá sus decisiones, aunque éstas sean a veces poco edificantes.
