lirica de lo cotidiano
«Observar, minuciosamente, con una paciencia y serenidad inaudita, es la base natural desde la que mana, cual agua fresca y transparente, la palabra dada que se afirma en Lírica de lo cotidiano.
Nos salen al encuentro momentos y personas, reflexiones, intuiciones poéticas, imágenes, que muestran cómo se expande una vida si lo que la mueve y conmueve son los afectos y su limpidez, las caricias y su temblor.»
- Peso: 136 gr
- Ancho: 12 cm
- Alto: 17 cm
- Fecha de lanzamiento: 13/05/2019
- Prologuista: VÍKTOR GÓMEZ
- Plaza de edición: SEVILLA
- Año de edición: 2019
- ISBN: 9788417550882
- Encuadernación: Tapa blanda
- Idioma: CASTELLANO
- Editorial: RENACIMIENTO
- Nº de páginas: 132
Este libro ha sido escrito y pretenece a Miguel Angel Herranz
EDITO. Sin yo saberlo, el día que yo escribía esta crítica de su libro, fallecía Miguel Ángel Herranz, Miki Naranja, padre, marido, funcionario, autodefinido poeta en grado de tentativa, inspirador máximo. 41 años tenía. Cuatro hijos pequeños. Que la tierra te sea leve, Miki. —Tras su maravilloso Palabras de perdiz, sigo con este autor, que no deja de sorprenderme. Este libro es el segundo que publicó, tras Palabras de perdiz. En este, mezcla sus poemas con breves ensayos en prosa, que no por ello pierden lirismo. Es una gozada leer a este hombre, aunque escriba su nombre en un formulario. PEONESLa vida nos descolocaa cada uno en si sitio.Sigue de vez en cuando describiendo poéticamente el oficio de poeta, en mi opinión con grandísima lucidez: PARTIRPartir al centro de uno mismo. Dejar atrás el alfoz,lo colindante.Llegar;y llegar sin equipaje, a ver qué pasa, a ver qué ocurre, allí;dentro, en las soberbiasplanicies de mi alma. Sus cantos a la vida, disfrazados de autocrítica, me recuerdan tanto a esa gigantesca energía interior que imprimía Miguel Hernández a sus poemas. SILOSDurante un tiempo,nada desdeñablepor cierto, traté de abarcar conocimiento;explicar -explicarme-el frenético funcionamientode las cosas, dar respuestaa todoslos ineludibles, coleccionarcultura.A la manera del labriego que acomoda el cereal en gavillas asumibles; sin levantar jamás la vista al cielode donde caen las tardes -jugosas,corintas, libres-como caen las lágrimasuna a una. Hay más que he marcado como imprescindibles, pero tendréis que encontrarlas, descubrirlas, vosotros.
