historias de pekin

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David Kidd lived in the city of Peking from 1946 to 1950, and in 1949, when the communists had just come to power, he married the daughter of an aristocratic and wealthy Chinese family and spent the rest of his days in the city living in his wife’s family mansion. …

David Kidd vivió durante cuatro años (desde 1946 a 1950) en la ciudad de Pekín; en 1949, cuando los comunistas acababan de llegar al poder, se casó con la hija de una aristocrática y acaudalada familia china, y pasaría el tiempo que le restaba en la ciudad instalado en la mansión familiar de su esposa. Allí se convertiría en testigo de la desaparición de la China milenaria: la revolución iba a suprimir rápidamente las antiguas tradiciones y las viejas formas de vida.
Este libro contiene sus memorias de aquellos años: el retrato íntimo de un mundo elegante y refinado, de viejas costumbres milenarias, un retrato memorable y conmovedor porque el mundo que en él se describe iba a ser implacablemente destruido.
“Siempre tuve la esperanza –nos dice Kidd– de que algún académico joven y brillante se interesaría por nosotros y por nuestros amigos chinos antes de que fuera demasiado tarde, de que estuviéramos todos muertos y las maravillas que habíamos contemplado quedaran sepultadas en el olvido. Pero este joven no ha aparecido y, por lo que sé, soy el único cronista con material de primera mano sobre esos años extraordinarios que vieron el final de la vieja China y los comienzos de la nueva.”
En este libro, Kidd consigue que todos esos sucesos extraordinarios vuelvan a la vida.

  • Peso: 262 gr
  • Grueso: 1.3 cm
  • Ancho: 12.5 cm
  • Alto: 20 cm
  • Fecha de lanzamiento: 11/01/2006
  • Traductor: MARTA ALCARAZ
  • Plaza de edición: BARCELONA
  • Año de edición: 2006
  • ISBN: 9788493431556
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • Idioma: CASTELLANO
  • Editorial: LIBROS DEL ASTEROIDE
  • Nº de páginas: 238

Este libro ha sido escrito y pretenece a David Kidd

David Kidd vivió durante cuatro años (desde 1946 a 1950) en la ciudad de Pekín; en 1949, cuando los comunistas acababan de llegar al poder, se casó con la hija de una aristocrática y acaudalada familia china, y pasaría el tiempo que le restaba en la ciudad instalado en la mansión familiar de su esposa. Allí se convertiría en testigo de la desaparición de la China milenaria: la revolución iba a suprimir rápidamente las antiguas tradiciones y las viejas formas de vida.
Este libro contiene sus memorias de aquellos años: el retrato íntimo de un mundo elegante y refinado, de viejas costumbres milenarias, un retrato memorable y conmovedor porque el mundo que en él se describe iba a ser implacablemente destruido.
«Siempre tuve la esperanza -nos dice Kidd- de que algún académico joven y brillante se interesaría por nosotros y por nuestros amigos chinos antes de que fuera demasiado tarde, de que estuviéramos todos muertos y las maravillas que habíamos contemplado quedaran sepultadas en el olvido. Pero este joven no ha aparecido y, por lo que sé, soy el único cronista con material de primera mano sobre esos años extraordinarios que vieron el final de la vieja China y los comienzos de la nueva.»
En este libro, Kidd consigue que todos esos sucesos extraordinarios vuelvan a la vida.

Bellísima autobiografía que capta el final de la China milenaria por la llegada de la revolución. Sin saberlo, David Kidd se convertiría en testigo de una época excepcional. Dejando atrás Estados Unidos, vivió en Pekín desde 1946 a 1950. La llegada de los comunistas le hizo comprender de inmediato que el mundo donde vivía estaba destinado a desaparecer. Este es su testimonio, el de su vida en la gran mansión de una familia adinerada, rodeado de las tradiciones y ritos de un mundo elegante y refinado. La vieja China desaparecida queda fielmente reflejada en estas memorables páginas.

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