feminismo vibrante. si no hay placer no es nuestra revolucion

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Frente al discurso del terror sexual, el placer. Los últimos años han sido los de la ruptura del silencio: en todo el mundo miles de mujeres han compartido sus experiencias de violencia y acoso sexual. Pero ese discurso, necesario, debe ir acompañado de otro: el del placer de las mujeres. …

Frente al discurso del terror sexual, el placer. Los últimos años han sido los de la ruptura del silencio: en todo el mundo miles de mujeres han compartido sus experiencias de violencia y acoso sexual. Pero ese discurso, necesario, debe ir acompañado de otro: el del placer de las mujeres. Frente al terror sexual, el feminismo pone sobre la mesa el deseo, la autonomía sexual, el derecho de las mujeres a ser sujetos del sexo y del placer y no solo objetos. El camino no es fácil: la sexualidad ha sido una de las armas del patriarcado para disciplinar a las mujeres. Por eso, ahora más que nunca, necesitamos afianzar un relato feminista que nos permita combatir los estereotipos que aún nos lastran, reconstruir el deseo y la forma en que nos relacionamos, y conquistar el derecho al placer. Quizá por eso un juguete sexual como el Satisfyer está causando furor y sirviendo para que las mujeres rompan el tabú sobre su masturbación. Pero hay que hablar también de la otra parte: en muchas ocasiones cuando las mujeres ejercen su derecho al deseo encuentran la hostilidad masculina. El ghosting, el desprecio, la espera injustificada, la venganza, la insatisfacción o el sexo sin ápice de cuidados son algunas de las reacciones que encontramos. ¿Qué ha cambiado entonces?, ¿y qué podemos hacer?

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  • Frente al discurso del terror sexual, el placer. 

    Frente al discurso del terror sexual, el placer.

    Los últimos años han sido los de la ruptura del silencio: en todo el mundo miles de mujeres han compartido sus experiencias de violencia y acoso sexual. Pero ese discurso, necesario, debe ir acompañado de otro: el del placer de las mujeres. Frente al terror sexual, el feminismo pone sobre la mesa el deseo, la autonomía sexual, el derecho de las mujeres a ser sujetos del sexo y del placer y no solo objetos. El camino no es fácil: la sexualidad ha sido una de las armas del patriarcado para disciplinar a las mujeres. Por eso, ahora más que nunca, necesitamos afianzar un relato feminista que nos permita combatir los estereotipos que aún nos lastran, reconstruir el deseo y la forma en que nos relacionamos, y conquistar el derecho al placer. Quizá por eso un juguete sexual como el Satisfyer está causando furor y sirviendo para que las mujeres rompan el tabú sobre su masturbación. Pero hay que hablar también de la otra parte: en muchas ocasiones cuando las mujeres ejercen su derecho al deseo encuentran la hostilidad masculina. El ghosting, el desprecio, la espera injustificada, la venganza, la insatisfacción o el sexo sin ápice de cuidados son algunas de las reacciones que encontramos. ¿Qué ha cambiad…

    • Ancho: 15 cm
    • Alto: 23.5 cm
    • Fecha de lanzamiento: 10/09/2020
    • Plaza de edición: ES
    • Año de edición: 2020
    • ISBN: 9788418249099
    • Encuadernación: Tapa blanda
    • Idioma: CASTELLANO
    • Editorial: ROCA EDITORIAL DE LIBROS
    • Nº de páginas: 228

    Este libro ha sido escrito y pretenece a Ana Requena

    Frente al discurso del terror sexual, el placer. Los últimos años han sido los de la ruptura del silencio: en todo el mundo miles de mujeres han compartido sus experiencias de violencia y acoso sexual. Pero ese discurso, necesario, debe ir acompañado de otro: el del placer de las mujeres. Frente al terror sexual, el feminismo pone sobre la mesa el deseo, la autonomía sexual, el derecho de las mujeres a ser sujetos del sexo y del placer y no solo objetos. El camino no es fácil: la sexualidad ha sido una de las armas del patriarcado para disciplinar a las mujeres. Por eso, ahora más que nunca, necesitamos afianzar un relato feminista que nos permita combatir los estereotipos que aún nos lastran, reconstruir el deseo y la forma en que nos relacionamos, y conquistar el derecho al placer. Quizá por eso un juguete sexual como el Satisfyer está causando furor y sirviendo para que las mujeres rompan el tabú sobre su masturbación. Pero hay que hablar también de la otra parte: en muchas ocasiones cuando las mujeres ejercen su derecho al deseo encuentran la hostilidad masculina. El ghosting, el desprecio, la espera injustificada, la venganza, la insatisfacción o el sexo sin ápice de cuidados son algunas de las reacciones que encontramos. ¿Qué ha cambiado entonces?, ¿y qué podemos hacer?.

    Los últimos años han sido los de la ruptura del silencio: en todo el mundo miles de mujeres han compartido sus experiencias de violencia y acoso sexual. Pero ese discurso, necesario, debe ir acompañado de otro: el del placer de las mujeres. Frente al terror sexual, el feminismo pone sobre la mesa el deseo, la autonomía sexual, el derecho de las mujeres a ser sujetos del sexo y del placer y no solo objetos. El camino no es fácil: la sexualidad ha sido una de las armas del patriarcado para disciplinar a las mujeres. Por eso, ahora más que nunca, necesitamos afianzar un relato feminista que nos permita combatir los estereotipos que aún nos lastran, reconstruir el deseo y la forma en que nos relacionamos, y conquistar el derecho al placer. Quizá por eso un juguete sexual como el Satisfyer está causando furor y sirviendo para que las mujeres rompan el tabú sobre su masturbación. Pero hay que hablar también de la otra parte: en muchas ocasiones cuando las mujeres ejercen su derecho al deseo encuentran la hostilidad masculina. El ghosting, el desprecio, la espera injustificada, la venganza, la insatisfacción o el sexo sin ápice de cuidados son algunas de las reacciones que encontramos. ¿Qué ha cambiado entonces?, ¿y qué podemos hacer?

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