a fuego y espada

Portada de a fuego y espada

A finales de 1804, Napoleón y Wellington intentan, cada uno de distinta forma, escapar de sus respectivas mujeres (Josefina y Kitty Pakenham respectivamente) y, curiosamente, ambos dirigen su mirada a la península Ibérica. …

A finales de 1804, Napoleón y Wellington intentan cada uno de distinta forma de escapar de sus respectivas mujeres (Josefina y Kitty Pakenham respectivamente) y, curiosamente, ambos dirigen su mirada a la península Ibérica: Napoleón con el objetivo de poner a uno de sus hermanos al frente de un país en el que la política y la religión se han convertido en grandes campos de batalla entre aristocracia, clero y pueblo llano; Wellington, con la intención de huir del politiqueo de baja estofa que se ha adueñado de Londres y con el deseo de eclipsar la aureola que rodea al héroe del momento, el capitán Nelson.
Simon Scarrow ha puesto en pie uno de los ciclos históricos más apasionantes jamás escritos, entre cuyas virtudes se cuenta el ofrecernos una visión más clarificadora y exacta de las guerras napoleónicas que muchos tratados de historia.

  • Peso: 680 gr
  • Ancho: 12.5 cm
  • Alto: 19.5 cm
  • Fecha de lanzamiento: 26/09/2016
  • Traductor: MONTSE BATISTA
  • Plaza de edición: BARCELONA
  • Año de edición: 2016
  • ISBN: 9788435021586
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • Idioma: CASTELLANO
  • Editorial: EDHASA
  • Nº de páginas: 896

Este libro ha sido escrito y pretenece a Simon Scarrow

Más de lo mismo. Analicemos otros aspectos del libro. Se va viendo una evolución en la personalidad de los protagonistas. Napoleón pasa de ser un idealista revolucionario a un tirano. No admite sus propias equivocaciones. Se cree con la omnisciencia y la infalibilidad de todos aquellos hombres que tienen un gran talento, pero no por ello son infalibles. Cada vez recurre a órdenes de porque si, porque es una orden o es mi deseo. Además muestra muy bien el concepto de Guerra Continua. Todo imperio necesita un estado de guerra continua para desviar los problemas internos en un asunto de común interés nacional. Todo Estado militar lo que quiere es una guerra continua para seguir conquistando territorios. De este modo las glorias militares encubren las miserias internas. En el caso de Wellington, su evolución es hacia un fanatismo por derrotar a Napoleón. Napoleón es un tirano que no va a parar hasta que lo derroten. Él se siente capaz de derrotar a Napoleón debido a su profesionalidad militar. Es un general excelente en el campo de batalla. Critica el sistema de ascensos militares: los favores sociales. Para él, el mejor método de ascensos militares es el de la Francia revolucionaria: por sus méritos personales.

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