una viajera por asia central
Asia Central sigue siendo prácticamente desconocida en Occidente y los libros de viaje escritos por mujeres, muy escasos. En 2007, Patricia Almarcegui, especialista en orientalismo y teoría del viaje, recorrió sola Uzbekistán y Kirguistán durante dos meses. …
Asia Central sigue siendo prácticamente desconocida en Occidente y los libros de viaje escritos por mujeres, muy escasos. En 2007, Patricia Almarcegui, especialista en orientalismo y teoría del viaje, recorrió sola Uzbekistán y Kirguistán durante dos meses. Taskent, Samarcanda, Bujara, Jiva, Fergana, Osh, Biskek, Karakol…, nombres mágicos que invitan a proyectar sueños y deseos, además de evocar muchas otras cosas. Antes fueron Marruecos, Egipto, Siria, Líbano, Jordania, Túnez, Yemen e Irán. Durante años recorrió una línea imaginaria formada por los países de mayoría musulmana, para comprobar hasta qué punto los estereotipos forjados en torno a ellos coincidían con la realidad. Así, entre viajes y experiencias construyó su propio Oriente, un Oriente vivo y dinámico, pero en cierto modo también imaginario.
- Peso: 255 gr
- Ancho: 1.4 cm
- Alto: 2.2 cm
- Fecha de lanzamiento: 23/09/2016
- Traductor: 0
- Plaza de edición: ESPAÑA
- Año de edición: 2016
- ISBN: 9788447539819
- Encuadernación: Tapa blanda
- Idioma: CASTELLANO
- Editorial: UNIV DE BARCELONA
- Nº de páginas: 170
Este libro ha sido escrito y pretenece a Patricia Almarcegui
Asia Central sigue siendo prácticamente desconocida en Occidente y los libros de viaje escritos por mujeres, muy escasos. En 2007, Patricia Almarcegui, especialista en orientalismo y teoría del viaje, recorrió sola Uzbekistán y Kirguistán durante dos meses. Taskent, Samarcanda, Bujara, Jiva, Fergana, Osh, Biskek, Karakol., nombres mágicos que invitan a proyectar sueños y deseos, además de evocar muchas otras cosas. Antes fueron Marruecos, Egipto, Siria, Líbano, Jordania, Túnez, Yemen e Irán. Durante años recorrió una línea imaginaria formada por los países de mayoría musulmana, para comprobar hasta qué punto los estereotipos forjados en torno a ellos coincidían con la realidad. Así, entre viajes y experiencias construyó su propio Oriente, un Oriente vivo y dinámico, pero en cierto modo también imaginario.