los caballeros las prefieren rubias, pero se casan con las morena s

Portada de los caballeros las prefieren rubias, pero se casan con las morena s

«Me habría gustado que Dorothy se me ocurriera primero a mí» William Faulkner«La gran novela americana» Edith Wharton Aparte de ser un éxito de ventas desde el mismo día de su publicación, …

Anita Loos comenzó a esbozar Los caballeros las prefieren rubias durante un viaje en tren en el que se encontró a una rubia aspirante a actriz de Hollywood que «no dejaba de ser atendida, mimada y halagada por todos los hombres. Si por casualidad se le caía la novela que estaba leyendo, había bofetadas por recogerselaá; yo, sin embargo, bajaba y subía la maleta sin que ningún hombre pareciese reparar en mis esfuerzos. […] ¿por que esa chica me daba cien vueltas en atractivo femeninoá? ¿Estaría su fuerza (como la de Sansón) en el peloá?».

Esta obra irrumpió en el mercado editorial con un exito hasta entonces desconocido. Más tarde, animada por su marido y sus amigos, Anita Loos escribió …Pero se casan con las morenas, donde Lorelei Lee (la protagonista de ambas obras) y su inefable amiga Dorothy volvías a hacer las delicias del lector con su gran sentido del humor y sus peculiares consideraciones sobre la vida.

  • Número: 2
  • Colección: FABULA
  • Peso: 240 gr
  • Grueso: 1.5 cm
  • Ancho: 12.5 cm
  • Alto: 19.5 cm
  • Fecha de lanzamiento: 01/02/1998
  • Traductor: RAMON DE ESPAÑA
  • Plaza de edición: BARCELONA
  • Año de edición: 1998
  • ISBN: 9788483105740
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • Idioma: CASTELLANO
  • Editorial: TUSQUETS EDITORES
  • Nº de páginas: 240

Este libro ha sido escrito y pretenece a Anita Loos

Aparte de ser un éxito de ventas desde el mismo día de su publicación, Los caballeros las prefieren rubias (1925) fue uno de los pocos libros que leyó James Joyce ese año, ya medio ciego, y contó con los elogios de William Faulkner y Edith Wharton: para ésta, se había escrito por fin «la gran novela americana». Anita Loos, en esta novela y su continuación, Pero se casan con las morenas (1928), narra las hazañas de una pareja de amigas, la rubia Lorelei Lee y la morena Dorothy Shaw, dos auténticas depredadoras en el marco del puritanismo y la mojigatería de la Norteamérica de la década de 1920, cuyo más característico emblema era la Ley Seca. Ambas causan estragos allí donde pasan: Lorelei conquista industriales, intelectuales, aristócratas, fiscales del distrito y hasta al mismísimo doctor “Froid”, al que conoce en Viena y que le recomienda cultivar, ya que no tiene ninguna, algunas inhibiciones. Dorothy, siempre con su tendencia a enamorarse de quien no le conviene, y siempre, según su amiga, menos «refinada», será en todo caso capaz de divertir al príncipe de Gales enseñándole unas cuantas palabrotas. Los fabulosos engaños de este memorable par de pícaras se leen, en los pocos momentos en que uno puede parar de reírse, como grandiosas victorias sobre una sociedad que, realmente, no merece otra cosa que ser estafada.

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