las chicas malas no mueren

Portada de las chicas malas no mueren

Alexis creía que llevaba una existencia totalmente disfuncional en el instituto: disfuncional como el matrimonio de sus padres; como Kasey, su hermana de trece años loca por las muñecas; incluso como su propia actitud antisocial y su animadversión hacia las animadoras. …

Alexis creía que llevaba una existencia totalmente disfuncional en el instituto: disfuncional como el matrimonio de sus padres; como Kasey, su hermana de trece años loca por las muñecas; incluso como su propia actitud antisocial y su animadversión hacia las animadoras. Kasey se comporta de forma más extraña que nunca: sus ojos azules se vuelven
verdes, utiliza lenguaje extraño y anticuado, e incluso llega a tener lagunas sobre las que afirma no recordar nada de su extraño comportamiento. La casa en la que habitan también está cambiando. Las puertas se abren y se cierran solas, el agua hierve sobre los fogones apagados, el desconectado aire acondicionado transforma la casa en un lugar helado en el que las chicas pueden ver sus propias vaharadas. Alexis sabe que es la única persona que puede detener a Kasey. Pero, ¿y si esa niña de ojos verdes ya no es Kasey?

  • Ancho: 13 cm
  • Alto: 23 cm
  • Fecha de lanzamiento: 14/09/2010
  • Plaza de edición: BARCELONA
  • Año de edición: 2010
  • ISBN: 9788492929191
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • Idioma: CASTELLANO
  • Editorial: VERSATIL
  • Nº de páginas: 312

Este libro ha sido escrito y pretenece a Katie Alender

Alexis creía que llevaba una existencia totalmente disfuncional en el instituto: disfuncional como el matrimonio de sus padres; como Kasey, su hermana de trece años loca por las muñecas; incluso como su propia actitud antisocial y su animadversión hacia las animadoras. Kasey se comporta de forma más extraña que nunca: sus ojos azules se vuelven verdes, utiliza lenguaje extraño y anticuado, e incluso llega a tener lagunas sobre las que afirma no recordar nada de su extraño comportamiento. La casa en la que habitan también está cambiando. Las puertas se abren y se cierran solas, el agua hierve sobre los fogones apagados, el desconectado aire acondicionado transforma la casa en un lugar helado en el que las chicas pueden ver sus propias vaharadas. Alexis sabe que es la única persona que puede detener a Kasey. Pero ¿y si esa niña de ojos verdes ya no es Kasey?

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *