cuando abras el paracaidas

Portada de cuando abras el paracaidas

    Una historia de amor transgénero. Nadie está a gusto en su propio cuerpo. Pero Dylan siente que el suyo es demasiado. Demasiado alto, demasiado peludo, demasiado grande.
    Llegó ese punto donde tenías que decidir entre huir y quedarte para siempre y sabías perfectamente qué hacer, pero hiciste lo contrario. Y es que algunas veces todo depende de ese «quédate»? que se nos queda atascado en la garganta. La felicidad está en saber que nadie es de nadie, pero hay que disfrutar cada segundo con quién te hace sonreír. A ti te lo escribiría todo, pero me dejaste sin palabras.

    También te podría gustar...

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *